AddToAny

Si aplicas los productos de cuidado de la piel en un orden incorrecto, esto es lo que sucede.

Mar 2023

Queridas, cuidar nuestra piel diariamente es una de las mejores rutinas que podemos tener, pero atención, el orden en el que aplicamos nuestros productos es igual de crucial. ¿Quién no ha cometido el error de aplicar su crema hidratante antes que su sérum nocturno? Pero chicas, esto no es una solución, ¡es un pecado! Ignorar el orden correcto puede resultar en una piel apagada y fatigada, además de reducir la eficacia de nuestros tratamientos. Así que, ¡atentas a nuestra rutina de cuidado de la piel para lucir radiantes y resplandecientes!

 
 
 
 

 

Primero, siempre aplica el protector solar antes de la crema hidratante. Mezclarlos o aplicar la hidratante después disminuye la eficacia del protector y cambia la forma en que los rayos UV interactúan con la piel.

 

El tónico es un paso importante en la rutina de cuidado de la piel, pero aplicarlo después de la crema hidratante diluye su eficacia y deja la piel opaca y seca. Aplícalo después de limpiar, pero antes de hidratar.

 

No limpies tu piel sin desmaquillar primero. El desmaquillante es esencial para eliminar los restos de maquillaje y las impurezas de la superficie de la piel de manera efectiva, evitando que frotes demasiado con el limpiador y reseques tu piel.

 

Aplica el sérum antes de la crema hidratante. Los sérums tienen ingredientes activos altamente eficaces que penetran profundamente en la piel, mientras que la crema hidratante hidrata y nutre la piel. Si lo aplicas después, diluyes la eficacia del sérum.

 

La crema para el contorno de ojos es más liviana que la hidratante, por lo que es mejor aplicarla antes de la crema hidratante. Contiene muchos ingredientes activos que pueden penetrar fácilmente la delicada piel alrededor de los ojos.

 

No te saltes la crema hidratante después de la exfoliación. Aunque la exfoliación no elimina por completo la hidratación de la piel, puede disminuirla significativamente. Si no te hidratas después, puedes sufrir sequedad, descamación, rojeces e inflamación.